LexiVox
Ir a: BuscarComentariosEtiquetasEstadísticas

Buscar normas

Buscar las normas por los textos de su contenido o de su metadata

febrero/2004

9 de febrero de 2004 3 gaceta 2567 8 gaceta 2574 3 decreto supremo 26 2 de febrero de 2004 4 decreto supremo nº 27354 1 decreto supremo nº 27361 1 gaceta 2569 10 2004-02-17 10 17 de febrero de 2004 12 decreto supremo nº 27371 1 2004-02-20 18 decreto supremo nº 27358 1 decreto supremo nº 27362 1 decreto supremo nº 27375 1 decreto supremo nº 27370 1 16 de febrero de 2004 2 decreto supremo nº 27372 1 gaceta 2573 9 decreto supremo nº 27381 1 ley 4 decreto supremo nº 27368 1 decreto supremo nº 27363 1 gaceta 2572 5 6 de febrero de 2004 3 gaceta 2566 2 decreto supremo nº 27382 1 decreto supremo nº 27385 1 decreto supremo nº 27366 1 decreto supremo nº 27373 1 12 de febrero de 2004 5 decreto supremo nº 27353 1 decreto presidencial 14 20 de febrero de 2004 11 decreto supremo nº 27374 1 2004-02-11 10 decreto supremo nº 27352 1 4 de febrero de 2004 4 decreto supremo nº 27367 1 decreto supremo nº 27383 1
Ir a: BuscarComentariosEtiquetasEstadísticas
 
Humor Lexivox humor

Inocente!

Caminaba el hombre cabizbajo pues le habían echado de su octavo trabajo. Y ni en éste ni en los siete anteriores, había llegado a durar una semana. Su mujer, que se había casado con él en una noche de borrachera, le había abandonado tan sólo dos días después. Su único hijo, producto de esa misma noche de borrachera, le odiaba y no quería saber nada de él. Hasta sus amigos le habrían abandonado si alguna vez los hubiese tenido. Se podría decir que estaba deprimido y desesperado y decidió lanzarse al Choqueyapu. Tomó impulso y al ir a saltar, escuchó una vocecilla:

– ¡¡¡Nooo!!!, ¡¡no lo hagas!!

Sobresaltado paró.

Luego pensó que habría sido su subconsciente y volvió a tomar impulso. De nuevo, al ir a saltar, escuchó la vocecilla que le decía:

– ¡¡¡Nooo!!!, ¡¡por favor!!, no lo hagas ¡Si saltas, me aplastarás!

Se asomó y allí lo único que vio fue una enorme rana que le estaba hablando. Y le contestó:

– Mira, es que resulta que quiero suicidarme.

– Bueno pues si de todas formas te vas a suicidar, antes podrías hacerme un favor. Resulta que no soy una rana, sino un humano que sufre un encantamiento. Para romper el encantamiento lo único que tienes que hacer es darme por culo.

– ¿Dar por culo a una rana? ¡Qué asco!

– ¿Qué más te da si te vas a suicidar? Así haces una buena obra.

Así que aquel buen hombre cogió a la rana, se escondió con ella en un lavabo público y comenzó a romper el hechizo dando por culo al animalito. En esto que el hechizo se rompió y la rana se transformó en un señor calvo que chillaba como un loco.

... Y esta es la versión de mi defendido, señor juez.

Sonreir otro poco...

CopyLeft LexiVox 2011 - La Paz, Bolivia
Sitio impulsado por DeveNet.Net - software para Internet

Valid XHTML 1.0 Strict   ¡CSS Válido!