Era una vez un señor que fue a una tienda en un barrio chino. Entra y ve que están vendiendo una
rata de oro. Le da curiosidad y pregunta al dueño:
– ¿Y esa rata de oro para que es?
– Es una leyenda antigua y la historia es muy larga. Si lo compra hay que comprar la historia aparte.
– Entonces, compro la rata.
– ¿No quiere la historia?
– No.
El tipo compra la rata y se va en dirección a su casa. Al rato se da cuenta que lo persiguen muchos ratones. Al llegar a su casa ésta se llena de ratones. En eso el tipo se da cuenta que es la rata de oro. Sale a caminar, avienta la rata a una alcantarilla y los ratones se meten ahí y se ahogan. Al ver coprprendido esto, va otra vez a la tienda y el dueño le dice:
– ¿Vino por la historia?
– No. Vine a ver si por si acaso tenía un abogado de oro.
Sonreir otro poco...