Los computadores no son fiables, pero los seres humanos lo son menos aún.
Cualquier sistema que dependa de la fiabilidad humana, no es fiable.
La variedad de los errores indetectables es infinita en contraste con los errores detectables que son, por definición, limitados.
Las inversiones en fiabilidad aumentarán hasta que superen el coste probable de los errores o hasta que alguien insista en que el trabajo se haga bien.