Las personas que le atraen invariablemente, piensan que usted les recuerda a alguien.
La carta de amor que finalmente tuvo el valor de enviar, se retrasará en el correo el tiempo suficiente como para que usted haga el ridículo personalmente.
Los gestos románticos de otras personas parecen originales y excitantes. Los gestos románticos propios parecen ridículos y torpes.