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2002-12-31

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Un abogado se muere y se va al cielo, llega y toca la puerta. En eso sale San Pedro y le dice:

—¿Tu quién eres?

—Yo soy abogado y bueno pues me han mandado al cielo. — responde al abogado. — No, no! tu no puedes entrar acá.

—¿Pero como que no puedo entrar?, ¿tu quién eres para decirme que no puedo entrar?

—¿Cómo?!... yo soy San pedro, el que decide si entrás o no.

—A ver, ¿dónde está tu título que dice que eres San pedro el único que puede dejar o no entrar al cielo?

—Un ratito. — le dice y se va corriendo a buscar a Jesús y le cuenta pues que en la puerta había un abogado que quería entrar al cielo y que como él no quería entonces le había pedido su título que por favor salga. Entonces sale Jesús:

—Bueno hombre al parecer tú no puedes entrar al cielo porque estamos llenos de abogados y ya... ya no pues.

—¿Cómo que no hay sitio, tu quién eres para que no me dejes entrar?

—Yo soy Jesús el hijo de Dios y te digo que ya no puedes entrar al cielo.

—¿Cómo que hijo de Dios? ¿cuál Dios?, haber enséñame tu partida de nacimiento, ¿dónde dice que eres el hijo de Dios?

Entonces Jesús va a buscar a Dios...

—Pa, pa... allá afuera hay un abogado que quiere entrar al cielo, primero le pidió su título a San Pedro, luego me pidió partida de nacimiento para ver si soy hijo de Dios... ¿qué hago?

—Ya, ya, ya... déjalo entrar nomás, no vaya ser que me pida partida de matrimonio y ahí se pudra todo.

Sonreir otro poco...

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